Por otro lado, la introducción de tecnologías educativas, como las pizarras digitales
interactivas, también ha generado un impacto significativo en el proceso de enseñanza-
aprendizaje (Cala et al., 2018). Estas herramientas, al ofrecer nuevas formas de
interacción y participación, pueden influir en la motivación y el compromiso de los
estudiantes. Asimismo, la implementación de cuestionarios de autoevaluación y
retroalimentación en plataformas virtuales, como Moodle, se ha revelado como una
estrategia efectiva para mejorar la experiencia de aprendizaje (Manzanares et al., 2018).
En este sentido, es igualmente relevante explorar el efecto del Aprendizaje Integrado de
Contenidos y Lenguas Extranjeras (AICLE) en la producción escrita de estudiantes de
secundaria (Gené, 2016). Este enfoque, al integrar el aprendizaje de idiomas con la
adquisición de conocimientos disciplinares, puede influir significativamente en la
motivación y el compromiso del estudiante. Además, la inclusión de rutas de aprendizaje
en los procesos de inducción y seguimiento educativo puede fomentar un mayor
compromiso por parte del estudiante (Garduño, 2020).
No se puede pasar por alto la importancia de la participación de los padres en el
rendimiento académico de los alumnos, especialmente en el nivel de primaria (Mayorquín
& Zaldívar, 2019). La colaboración entre la escuela y la familia puede influir
positivamente en la motivación y el compromiso del estudiante, creando un entorno de
apoyo integral. En este sentido, avanzar hacia una educación inclusiva, que incorpore el
diseño universal para el aprendizaje, es fundamental para garantizar la calidad educativa
y fomentar la motivación y el compromiso de todos los estudiantes (Carmona, 2020).
Además, el estudio longitudinal sobre la influencia de los entornos de aprendizaje
personalizados en la motivación y el compromiso del estudiante constituye un campo de
investigación multidisciplinario y en constante evolución. La interacción entre factores
pedagógicos, tecnológicos, familiares y contextuales desempeña un papel crucial en la
comprensión de este fenómeno. A través de un enfoque holístico y colaborativo, podemos
avanzar hacia prácticas educativas más efectivas y centradas en el estudiante, que
promuevan su motivación, compromiso y éxito académico a largo plazo.
Por consiguiente, un Entorno Personal de Aprendizaje (PLE) es un sistema integral que
facilita a los estudiantes la gestión autónoma de su aprendizaje, permitiéndoles establecer